Pasamos de lo ancho a lo ajustado

Y pasaban los inviernos zapatillas y botas para caminar hasta donde nadie había puesto farolas, cruzando los campos en invierno. Descampados alejados de la mano de dios, donde nadie pudiera encontrarnos, y de la mano caminar una tarde más con el frío en el fondo de las mochilas. Compartiendo auriculares, al lado de carreteras, aún recuerdo cuando tenía tu mano para salvarme. Y en cada parte de la ciudad hemos puesto los pies. Hemos cocinado la vida bohemia, prendido fuego al corazón. Dañado y admirado como al sol. Pero la vida se alejo.

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