La vida puede ser insípida cuando no eres excéntrico.
Quizá tan solo quizá no seguir el
canon social nos condena, y vivir un año junto a tus lecturas y pocos allegados
puede producir una severa vesonia, una demencia, una locura, un estallido de
pensamientos y tiempos muertos. Puede ser que no seguir las mismas pautas nos aleje. Nos alejan
alturas, asignaturas, distancias y horarios. Y es posible que tomar otro camino no siempre sea la decisión correcta
pero hoy en día pocos son innovadoras. Muchos quieren llamar la atención y las
personas de apariencia simple quedan sumidas en el destierro social (al no ser que cuentes con un factor). Pero tu naciste aquí, y esta
ciudad te conoce tanto como tú a ella. Y no te interesa sumirte en las modas,
ni resaltar con cambios extremos tu mayor logro surgiría de tu cerebro. Aunque
al ver grandes cerebros pensarás; ¿Cómo lo hago yo? Un ser tan fugaz…
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Y dime tú.